A preguntas de los medios, antes de clausurar la jornada 'Oportunidades y beneficios de la Economía Circular. Iniciativas empresariales sostenibles' organizada por Cecam, Nicolás ha explicado que, cuando un país pone un arancel a otro, lo que tiene que actuar es la "diplomacia", ya que los empresarios lo único que pueden hacer es "aconsejar, decir y proponer alguna solución".
"Esto se nos escapa, los aranceles no los fijamos nosotros, en este caso lo ha fijado un país y nuestro país tiene la obligación y el derecho de sentarse a la mesa y negociar estos asuntos porque no es bueno para la economía", ha manifestado, asegurando que esta decisión repercutirá en los números de exportación e importación de productos, "donde se verán la bajada de cifras".
En este caso, las exportaciones se reducen y, entonces hay que buscar otro país, aunque esto "no es un trámite de una semana" pues "mientras buscas otro caladero donde depositar a precios competitivos tu producto pasa mucho tiempo", y eso en las cifras de exportación "se va a notar".
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